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jueves, 18 de febrero de 2016

Relatos Varios

Serie de relatos cortos presentados en diversos concursos en la red.

#1 En relato corto "Special Love" organizado por el grupo "Zukulento Wattpad" en colaboración con el blog "El Ave Fénix".

Título: "Mascarita"

Tema principal: "Amor propio"

"Tan etérea como engañosa, se miraba en cuanto espejo tenía, jugando con la hipocresía, lloraba, reía y fingía. Porque ante ajenos felicidad derrochaba a montones, con la altivez plasmada, de ignorar a los detractores.
Caminando segura de sí misma, con la confianza como virtud y estandarte, la gente común desconocía, el poder de su intrínseca remembranza. Porque cuando por las mañanas y junto al alba, colocaba una mascarita de fingida superación, no resultaba más que un disfraz barato que por las noches frente al espejo se rompía.
Acostándose con el alma rasgada y ocultando cicatrices en su cuerpo, guardaba el rencor de su corazón olvidando el gran esfuerzo de haber huido al descanso eterno.
Fue para entonces cuando en un sueño, uno de los mil errantes, un ángel borró sus lágrimas y susurró palabras certeras: "no te alimentes de la opinión ajena, pues equivale a clavarte un puñal. Es conveniente alimentarte del amor propio que siempre te salvará de cualquier mal"
Al despertar con agitación, quitándose confusión y migraña, refregó sus ojos y aseguró que podría existir un mañana. Sin mascarita a cuestas, inspiró profundo y vociferó: la puta que vale la pena estar viva. Y por fin, ella en paz vivió."




Participante en relato corto, organizado por el grupo "WEscritores & Wescritores" de plataforma Wattpad.

Título: "Efímera"
Tema principal: "Popularidad"

"Desde lejos la vi. Me sonrió como nunca antes. Fue seductora, cautivante. Quizás más de lo esperado.
Inconscientemente siempre le habría escapado; reticente, caminaba tras de ella mientras todos corrían intentando alcanzarla. Cómo un juego de gatos y ratones, nos huíamos pero sin dejar de buscarnos.
Un velo de misterio cubría sus múltiples facetas; sus desventajas y consecuencias.
Efímera, intrínseca y desconocida, se pavoneaba con la soberbia de una ganadora innata. Analizándonos, aun a la distancia, mis deseos de abrazarla eran más fuertes que la voluntad de ignorarla.

¿Y qué si probaba un poco de ella?¿Sería adictiva y manipuladora? Si la escogía, ¿tendría tiempo para arrepentimientos?
A expensas de mi orgullo, fui acercándome hacia su posición.
Mirándome fijo, sonrió relamiéndose ante una posible batalla victoriosa. No obstante, también se mantenía cauta y expectante. No se fiaba de mí casi tanto como yo de ella. Aún así, avancé a paso firme.
¿En qué momento yo habría flaqueado?¿Con qué ardid me había conquistado?
Enarcó una ceja, intimidante. Leí su mente. Imploraba que me aleje.
Yo, que siempre había tenido mi propio temperamento, único y particular, veía la manzana del Edén frente a mis narices. Con la dicotomía instalada en mi cabeza, presioné mis sienes para olvidar las voces interiores que recordaban a mi verdadero yo. Aquel de espíritu huraño y solitario.
Infló su pecho, se removió en su silla. Cuanto estuvimos frente a frente, su perfume me embriagó. Sonreí por su atrevimiento y astucia. Yo hubiese deseado ser como ella tan sólo por un instante: tan confiada de sí misma, tan poco vulnerable y altiva.
Le di la mano; en principio me resultó cálida y agradable. Pero yo conocía las de su tipo: sofisticadas, bellas y engañosas. Me senté a su lado; siendo su par por un instante sentí las mieles del éxito por primera vez. Sin embargo, ella no estaba sola: su compañera también me invitaba a caer en sus redes.
Popularidad y Fama compartían sus deseos por atraparme y ser parte de su séquito. Para ello, me hablaron de sus herramientas de reclutamiento: dinero, reconocimiento y éxito.
Caminando por la cornisa emocional, me encontré frente a aquel dilema existencial. Para entonces, Popularidad propuso un trato que nos involucraba a las tres: a cambio de una gota de ellas, yo debía entregarle uno de mis atributos personales.
Podía ser algo sencillo a priori; un puñado de características, en pos de alimentar mi egolatría. No sonaba mal, si a cambio obtenía el confort del aliento multitudinario y el vitoreo hacia mi persona. Saldría del anonimato, saldría de mi hermetismo.
Pero cuando enumeré aquellas que podía ofrecer, una de ellas dio una carcajada estruendosa y voraz.

— ¿Cuál es la broma? – soné odiosa.

— Deberías escucharte.

— ¿Por qué hacerlo?

— Me has nombrado tu inteligencia como virtud. Entonces, ¿por qué no la usas ahora mismo?

— ¿A qué te refieres?

— A que si has sido capaz de darte cuenta de todas las cualidades que posees, ¿Cómo no puedes notar que no nos necesitas en absoluto para alcanzar tus sueños pendientes?

Visionaria, mordaz y elocuente, la popularidad me señalaba la puerta de salida. La fama, hacía lo propio con el trato.
Sólo restaba aceptar o no el pacto.

— Somos máscaras; formamos parte de un bello disfraz. Tienes tus propias alas para volar alto. Nosotros sólo podemos entregarte la fantasía de tenerlas. Pero tú escoges.

Inspiré profundo, con la decisión en mis manos y con una sonrisa en el rostro.
Di media vuelta, retirándome de allí. Para cuando volteé mi cabeza, las dos ya habrían desaparecido.
¿Por qué?
Porque ambas sólo querían usarme para perpetuarse a sí mismas. Porque ambas eran efímeras y yo, a mi manera, ya era popular y famosa en la vida de mis seres queridos."

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